Venden la Nación a plazos,
como si fuera un terreno
de su propiedad. No cuentan
con los dueños de este suelo.
Pueblo que así consiente
que le quiten su sustento,
pueblo que así se merece
que lo dejen con lo puesto.
La legalidad es mentira,
y la igualdad, un cuento.
La prosperidad es falsa.
Luego me dirán que miento...
Su moralidad no existe
y su lealtad es cero.
Sólo hay un Dios, un amo.
Tú ya sabes cuál: dinero.
Cada cuatro años, la farsa.
A vender la moto de nuevo.
Depositen ya sus votos.
Llenen la barriga del cerdo.
Cumplido ya el deber
democrático y moderno,
siéntese a ver la tele
tan tranquilo y contento.
Espectáculo de circo,
de película de miedo,
de comedia bufa barata,
convertida en Derecho.
Calladito y en silencio,
trague un poco más el pueblo,
esperando a que un día
alguien haga algo con esto.
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