viernes, 28 de noviembre de 2008

N. A. V. O.

No arranquéis las verduras, ostias.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hatajo de gilipollas

Estoy harto de este país, ya que no es más que un hatajo de gilipollas, porque ya me dirás tú a mí si no hay que ser gilipollas para mirar mal a alguien por el simple hecho de que se expresa con mediana correción o explica cosas extensas.

A ver si algún día este país deja de ser el país de la misa y la boina.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Me voy a cagar en Dios

El caso es que la inmensa mayoría de aceras de Murcia están en pendiente, y lo que yo me pregunto es para qué las habrán hecho así, porque sólo un imbécil puede no darse cuenta de ese error.

¿No te jodería a ti andar por una ciudad cuyas aceras están todas putamente inclinadas, o sea, tener que andar como si una pata fuese unos 40 cms. más larga que la otra?

Huevos fritos: siempre dos, y con puntilla.

sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Trauma?

No exagero al recordar a una compañera de trabajo y decir que aquella tía perdió un poco los papeles conmigo: andaba siempre espiándome, siguiéndome, pregutando por mí los días que libraba...
Una tarde, aprovechando que le pedí que me acercara en su coche a un sitio, la tipa se desvió hacia un descampao y se me sacó las tetas y me dijo que si se lo iba a tener que contar a su novio. Le respondí que no, que no se preocupara, que me bajaba allí mismo.
La gente del trabajo siempre me decía que cuidao, que yo le había entrao por el ojo a aquella tía.
-¿Y por qué tiene que ser que lleve cuidao?
-Porque tiene novio.
Una lógica aplastante, desde luego.
Y más si tenemos en cuenta que la tipa se echó patrás en cuanto tenté en serio, a ver si a base de follármela me dejaba respirar.

Bueno, pues yo no sé si eso me ha marcado subconscientemente o qué, pero el caso es que esta noche he soñado que me metían a la cárcel por algo, pero tenía la "suerte" de que me mandaban a una cárcel mixta, donde hombres y mujeres se mezclaban dentro de las celdas.
A los dos meses de estar en el talego, una de las presas me decía que me pasara por tal módulo y tal celda, que había allí una mujer que me conocía. Y cuál no era mi sorpresa al ver que se trataba de mi antigua compañera de trabajo.
-Ya ves -me decía-. No te dejo ni a sol ni a sombra.
Y entonces ella me bajaba el mono hasta los tobillos y se ponía a mamármela a dentellazo limpio, como si me estuviese castigando.

Frutas pal postre

Me gusta más o menos toa la fruta, hasta el punto de que, ahora mismo, sólo se me ocurre una que no me guste: el tamarindo.
Hoy, por ejemplo, he tomao plátano y mandarina de postre, y me ha parecido que es una de las mezclas más sencillas y flipantes de este mundo. ¿No te lo paece a ti?